Centro Especializado en el estudio del hígado y enfermedades hepáticas
Las enfermedades digestivas son trastornos del aparato digestivo, que algunas veces se denomina tracto gastrointestinal (GI). En la digestión, el alimento y las bebidas se descomponen en pequeñas partes (llamadas nutrientes) que el cuerpo puede absorber y usar como energía y pilares fundamentales para las células. El aparato digestivo está compuesto por el esófago (tubo de alimento), el estómago, los intestinos grueso y delgado, el hígado, el páncreas y la vesícula biliar.
Enfermedad crónica e irreversible del hígado que se origina a causa de la destrucción de las células hepáticas y produce un aumento del tejido nodular y fibroso en este órgano. En un principio, los pacientes pueden experimentar fatiga, debilidad y pérdida de peso. Durante las etapas posteriores, pueden desarrollar ictericia (color amarillento de la piel), hemorragia gastrointestinal, hinchazón abdominal y confusión.
La endoscopía es un estudio que se solicita más frecuentemente y en donde se realiza una revisión de la laringe, esófago, estómago y duodeno, se debe realizar en la mayoría de las ocasiones con un ayuno de por lo menos 8 horas.
En la colonoscopia podemos revisar el tubo digestivo bajo que comprende todo el colon, recto y ano y en ocasiones la porción más distal del intestino delgado o ileon.
El protocolo de estudio comprende un conjunto de pruebas que se debe de realizar todo paciente que se considera candidato a someterse a un trasplante hepático. La finalidad de este estudio es conocer con exactitud el estado del paciente y valorar si se encuentra dentro de los criterios exigidos para la realización del trasplante hepático.
La hepatitis autoinmunitaria es una inflamación del hígado que se produce cuando el sistema inmunitario del cuerpo se vuelve en contra de las células hepáticas. Si no se trata, la hepatitis autoinmunitaria puede provocar la cicatrización del hígado (cirrosis) y, con el tiempo, insuficiencia hepática. Sin embargo, si se diagnostica y se trata a tiempo, la hepatitis autoinmunitaria con frecuencia puede controlarse con medicamentos que inhiben el sistema inmunitario. Un trasplante de hígado puede ser una opción si la hepatitis autoinmunitaria no responde a los tratamientos con medicamentos o cuando la enfermedad hepática se encuentra avanzada. Los signos y síntomas de la hepatitis autoinmune pueden ser de leves a intensos, y pueden aparecer de repente. Algunas personas presentan pocos problemas reconocidos, o no presentan ninguno, en la etapa temprana de la enfermedad, mientras que otras experimentan signos y síntomas que pueden incluir: Fatiga , Malestar abdominal, Tono amarillento de la piel y del blanco del ojo (ictericia), Agrandamiento del hígado, Erupciones cutáneas, Dolor articular, En mujeres, ausencia de menstruación
La cirrosis biliar primaria (CBP) es una enfermedad crónica progresiva del hígado causada por una paulatina destrucción de los conductos biliares intrahepáticos, y que puede conducir lentamente a una cirrosis hepática. La enfermedad se caracteriza por alteraciones en los análisis que sugieren colestasis (retraso del fllujo de la bilis). Los síntomas más frecuentes son la astenia (debilidad) y el prurito en cualquier parte del cuerpo. Algunos pacientes son asintomáticos indefinidamente mientras que otros desarrollan síntomas hepatobiliares en unos 2 a 20 años.
La hepatitis viral es una inflamación del hígado causada por uno de los cinco virus de la hepatitis (A, B, C, D y E). Los virus se transmiten por distintas vías: los de la hepatitis A y E, por alimentos y agua contaminados; el de la hepatitis By c , a través de sangre no segura, relaciones sexuales sin protección, y otros fluidos orgánicos. Las infecciones por los virus de las hepatitis B y C porgresan a la cronicidad y causan cirrosis y cáncer de hígado. Se calcula que aproximadamente 1,4 millones de personas mueren cada año como consecuencia de las diversas formas de hepatitis viral.
La hemocromatosis es una enfermedad en la que exceso de hierro se acumula en su cuerpo. Su cuerpo necesita hierro, pero demasiado resulta tóxico. Si usted tiene hemocromatosis, absorbe más hierro de lo que necesita. Su cuerpo no tiene cómo deshacerse del hierro adicional en forma natural. Éste se almacena en los tejidos del cuerpo, especialmente el hígado, corazón y páncreas. El hierro adicional puede dañar sus órganos. Sin tratamiento, puede causar que sus órganos fallen.
El hígado graso o esteatosis hepática es una acumulación de grasa en el hígado que causa inflamación y destrucción. Este proceso si no se interrumpe puede hacer que aparezca fibrosis y a lo largo de los años un 20% puede acabar en cirrosis hepática y un 2% cáncer de hígado. Es una de las principales causas de transplante hepático en el país y en los próximos 10 años se prevé que sea la primera causa. Es una enfermedad grave si no se trata
Causas del hígado graso Las causas frecuentes que generan un hígado graso son:
1. Obesidad/sobrepeso: se considera que una persona es obesa si su índice de masa corporal (IMC; se calcula al dividir el peso por la altura en cm al cuadrado: por ejemplo para una persona de 85 kg y 1,70 m el IMC: 1,70×1,70=2,89; 85/2,89=29,4) resulta mayor o igual que 30. Entre 29,9 y 25 se considera sobrepeso y por debajo de 25, normal.
2. Alcohol: existe riesgo de daño hepático con una ingesta diaria de alcohol de 20-25 gramos (mujeres) o 35-40 gramos (hombres). Si el consumo diario de alcohol supera los 60 gramos durante más de 5 años se desarrolla cirrosis. A modo de ejemplo, una caña de cerveza contiene 8,8 gramos de alcohol, una copa de vino de 12 a 14,4 gramos (según sea blanco o tinto) y un whisky o ron o ginebra, 19,2 gramos de alcohol.
3. Aumento de colesterol y triglicéridos.
4. Aumento de glucosa (diabetes tipo 2 y la resistencia a la insulina).
Informacion...
La enfermedad hepática alcohólica ocurre después de años de consumo excesivo de alcohol. Con el tiempo, se puede presentar cicatrización y cirrosis. La cirrosis es la fase final de la enfermedad hepática alcohólica. La enfermedad hepática alcohólica no se presenta en todos los bebedores empedernidos. Las probabilidades de presentar la enfermedad aumentan según el tiempo que haya estado bebiendo y la cantidad de alcohol que consuma. Usted no tiene que embriagarse para que se presente la enfermedad.